Los galos practicaron este arte con maestría. En contacto directo con el broncista, que fabricaba la chapa de bronce o latón, los artesanos trabajaban esta aleación. Esta aleación se trabajaba para el calentamiento o "recocido" que hacía al soporte más maleable. La embutición y el recalcado permitieron realizar verdaderas obras de arte: copas, jarrones, frascos, espejos, joyas decoradas o cinceladas con punzones. Pero también se han encontrado cascos, corazas o armas en los pozos de ofrendas, testimonio del vínculo de los galos con sus divinidades. En la antigüedad, a esta chapa de bronce o latón se le llamaba "airain". El "airain", ¡el metal de los dioses! ! ! No hay nada como estar en este taller escuchando a las divinidades galas.
Consulte todas nuestras tarifas y compre sus entradas en línea 24 horas gracias a nuestra plataforma 100% protegida Grupos, escolares, centros de ocio, ¡la Aldea Gala le da la bienvenida todo el año con reservas!